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viernes, 23 de septiembre de 2011

La Miel !!!...

Las abejas, productoras de miel y de biodiversidad

El número de abejas disminuye en nuestro planeta, un descenso que, lejos de ser irrelevante, supone un importante problema. Más allá de su labor productora de miel, néctar, propóleo y cera, los insectos melíferos son los principales polinizadores de los cultivos. De su supervivencia dependen los frutales, las verduras y los pastizales


La Reina y los zánganos aseguran la especie

La eficacia con la que mantienen el ecosistema es el fiel reflejo del orden con el que viven y trabajan en una colmena miles de obreras y zánganos. Y una reina. Todas las abejas nacen de un huevo real depositado en un alvéolo. Si éste ha sido fecundado serán hembras, es decir, abejas obreras; si no lo ha sido, machos o zánganos. Y si, ya fecundado, se alimenta durante toda su metamorfosis con jalea real en un alvéolo mayor (conocido como realera) nacerá reina. Una colmena puede contar con varias realeras, pero sólo puede sobrevivir una de sus ocupantes, por lo que la primera misión de las reinas es matar a las demás larvas reales. Después, emprende el vuelo nupcial para dejarse fecundar por una docena de zánganos a los que decapita. Completa de esperma, la reina impregnará con su feromona la colmena que enjambra como hogar, del que no volverá a salir y en el que durante cinco años producirá, en los momentos de mayor puesta, hasta 2.000 huevos al día. Creará su propia familia de cientos de zánganos y miles de obreras.



















 








Las obreras, trabajo sin descanso durante sus siete semanas de vida



Las abejas obreras, que pueden llegar a ser 70.000 en cada colmena, no descansan en sus escasas siete semanas de vida (existencia que se puede prolongar hasta los cinco meses en el invierno, el periodo con menor actividad). Los primeros cuatro días se encargan de la limpieza de las celdas; hasta el décimo día ceban con jalea real, poleny miel a las larvas, y con dos semanas ejercen de almaceneras del polen hasta que su abdomen madura y es capaz de producir cera que destinan a reconstruir los panales. Compatibilizan esta función con la de guardianas que espantan a zánganos u otros insectos con su aguijón. Cuando a los 22 días se convierten en una abeja adulta, digna de ser una Apis melífica, salen a cosechar. Volarán de flor en flor hasta su muerte. 


 

Un vuelo doblemente fértil y un lenguaje propio

En plena floración, al menos diez veces al día salen y regresan las abejas a su colmena, que reconocen por el olor específico de su reina. Las abejas se caracterizan por su lenguaje, codificado y preciso, que expresan mediante el "baile". Si han localizado alguna fuente de alimento, cuando retornan a la colmena ejecutan una danza que se conoce como baile del ocho, por la trayectoria que sigue la abeja. Con este movimiento, acompañado de la vibración del tronco, indican la dirección y la distancia de la fuente de alimento. Una doble misión que consiste en recolectar néctar para alimentar a las larvas, pero que también sirve para transportar las sustancias que hacen posible la procreación de las especies silvestres y la biodiversidad vegetal. Gracias a su vuelo polinizador, las flores de plantas y árboles son fecundadas, y, en consecuencia, nacen frutos y semillas. Ambas funciones son conocidas por el hombre desde hace miles de años. Los antiguos egipcios ya criaban abejas.




Las abejas son un ganado de cría. Los apicultores son por tanto ganaderos que atienden sus cabañas, pero también son agricultores que cosechan la miel. En tiempos pretéritos, para conseguir el fruto se veían obligados a fragmentar los panales, pero en 1841 el apicultor Lorenzo Lorraine Langstroth descubrió que las abejas marcaban un espacio de seis milímetros entre los panales de cera, lo que le llevó a patentar la colmena de cuadros móviles, que permite extraer la miel sin romper el ciclo de vida. Hasta tal punto es así que la regla es: no extraer miel hasta asegurarse de que la colonia no la necesitará en invierno, y extraer sólo los excedentes de las necesidades de las colonias. La razón no es generosa, es sostenible: si las abejas no tienen provisiones necesarias para pasar el invierno, antes de morir, emigrarán.






La apicultura, una ciencia milenaria ejemplo de sostenibilidad

Las abejas son un ganado de cría. Los apicultores son por tanto ganaderos que atienden sus cabañas, pero también son agricultores que cosechan la miel. En tiempos pretéritos, para conseguir el fruto se veían obligados a fragmentar los panales, pero en 1841 el apicultor Lorenzo Lorraine Langstroth descubrió que las abejas marcaban un espacio de seis milímetros entre los panales de cera, lo que le llevó a patentar la colmena de cuadros móviles, que permite extraer la miel sin romper el ciclo de vida. Hasta tal punto es así que la regla es: no extraer miel hasta asegurarse de que la colonia no la necesitará en invierno, y extraer sólo los excedentes de las necesidades de las colonias. La razón no es generosa, es sostenible: si las abejas no tienen provisiones necesarias para pasar el invierno, antes de morir, emigrarán

Sencillamente, miel

El principal flujo de miel se produce a principios y mediados del verano. Para su extracción, se retiran los cuadros y se cepillan para desprender las abejas. El siguiente paso consiste en eliminar los opérculos -tapaderas- de cera que cubren los panales, panales que se centrifugan para sacar la miel. La miel extraída se filtra eliminando las impurezas. Y así, sencillamente, el producto está listo para envasar.









Y propóleo, cera y polen

El propóleo es la sustancia resinosa con la que las abejas tapan los agujeros de la colmena para evitar el frío invernal. Esta función termina con la llegada del calor, y se convierte en alimento que favorece las defensas del organismo. El polen, que se 'roba' a las abejas -como máximo dos kilos por temporada- colando un escotillón en la entrada de la colmena que impide que la abeja lo introduzca, tiene propiedades medicinales, pero también lo utiliza el apicultor si el invierno se alarga y necesita alimentar al ganado. La cera (proveniente de los opérculos y de los panales viejos) no es una producción vegetal sino una secreción voluntaria, siempre excesiva, de las abejas, que se recoge después de extraer la miel.









Conociendo a la abeja


Cada familia apícola la integran tres miembros esenciales:

la reina, la obrera y el zángano.

Cada colmena tiene una reina cuya principal tarea es poner huevos para

que nazcan nuevas obreras. Días después de su nacimiento, la reina

sale para ser fecundada por los zánganos, ésta deposita un huevo

en cada celda y si el huevo no es fecundado dará un zángano, en

caso contrario una obrera.

Los zánganos nacen de huevos sin fecundar y son de mayores

dimensiones que la obreras.


Las obreras son las verdaderas trabajadoras de la colmena, desde que

nace una obrera va pasando por distintas tareas: hace cera,

limpia, alimenta, cuida, y son pecoreadotas, es decir, son las

que van en busca de la flor, pican y llevan néctar a la colmena.



Cómo se fabrica la miel


Cuando la abeja pecoreadota extrae el néctar de la flor, lo

almacena durante cierto tiempo en su "buche", ahí gracias a la

acción de una enzima, la sacarosa que viene en el néctar, se

transforma en glucosa.

Una vez que la abeja tiene el "buche" lleno se dirige al panal y

regurgita o "desembucha" su mezcla, la cual es recogida por otra

abeja( obrera) que a su vez la almacena en el "buche" y

deshidrata el néctar.


El proceso de deshidratación consiste en "desembuchar" un poco

de la mezcla y colocarla entre su mandíbula y su lengua, donde la

mantiene durante unos segundos expuesta al aire. Posteriormente

traga esta porción de mezcla y "desembucha" otro poco; repite este

paso de 80 a 90 veces.


Durante la deshidratación la mezcla pierde agua, sin embargo

seguirá condensándose cuando la abeja la deposite en la celda,

esto gracias al clima de la colmena (35°C, aproximadamente) y a

las corrientes de aire que producen las abejas ventiladoras que se

colocan a la entrada del panal y agitan sus alas para forzar la entrada

de aire fresco.


En todo este trabajo que realizan las abejas, desde recolectar el

néctar hasta depositar la mezcla en la celda, la sustancia pierde

hasta 80% del agua que traía originalmente, a pesar de eso el
resultado es una sustancia deliciosa utilizada en la elaboración de
un sinfín de comestibles y cosméticos.


Tipos de miel y otras sustancias de la abeja


Esta rica y nutritiva sustancia es producida por las abejas (Apis mellifera)para su consumo, a partir del néctar que se encuentra en las flores perfumadas, aunque algunas veces también lo hay en las hojas y las ramas de algunas plantas.
El color y sabor que distingue a la miel puede variar desde el amarillo claro hasta el café rojizo, esto según el tipo de flor de donde se extrajo y el tipo de abeja que la produjo. A partir de esta selección se definen los tipos más comunes de miel:

* Miel de flores: Es la producida por las abejas a partir del néctar de las flores. Esta se divide en
* Monofloral: Se obtiene del néctar de una especie de flor. Las más usuales son de castaño, romero, tomillo, brezo, naranjo o azahar, tilo, acacia, eucalipto, lavanda o cantueso, zarzamora, alfalfa, etcétera.
La miel de flores es transparente y se solidifica con el tiempo dependiendo de su procedencia vegetal y de la temperatura. Las mieles de brezo se endurecen muy pronto y las de castaño tardan mucho más .

* Multifloral ("mil flores"): Es la miel obtenida a partir del néctar de varias especies vegetales diferentes, y en proporciones muy variables. La miel de la sierra, de montaña y del desierto (varadulce, mezquite, gatun), son tipos especiales de mil flores.
*Miel de bosque: Es la producida por las abejas a partir de las secreciones dulces de áfidos pulgones, cochinillas y otros insectos chupadores de savia, normalmente de pinos, abetos, encinas, alcornoques y otras plantas arbustivas.
Este tipo de miel suele ser menos dulce, de color muy oscuro, se solidifica con dificultad, y no es raro que exhiba olor y sabor especiados y resinosos.
* La miel de mielato: Procedente de pinares tiene un peculiar sabor a pino, y es apreciada por su uso medicinal en Europa y Turquía.

Tipos de Miel -

La miel es un producto natural, elaborado por las abejas a base de néctar, que enriquecen y transforman con sustancias que generan en su propio cuerpo, y la depositan y la almacenan en los panales donde la hacen madurar. Las abejas melíferas hacen de intermediario entre todos los productos beneficiosos de las plantas con flores y nosotros.

Como todo producto natural, su conservación debe efectuarse fuera del alcance de la luz solar y en ambiente seco. Normalmente se presenta en recipientes gruesos de cristal (o barro), que son preferibles a los de plástico o cartón.

La miel no tiene fecha de caducidad, debido a su poderoso poder bactericida. En tumbas egipcias se han encontrado recipientes cerrados con miel en estado aceptable después de varios miles de años.



Acacia. De color ambarino suave, con aroma y sabor delicados, que recuerdan un poco al azahar. Cristaliza difícilmente, es adecuada para los niños pequeños y está recomendada contra la diabetes y el estreñimiento por su buen efecto laxante.

Ajedrea. Estimulante de las funciones genésicas y tónico estomacal.
Algodonero. Es una miel casi incolora cuando está líquida y prácticamente blanca si está cristalizada. Su aroma y sabor son muy muy poco pronunciados.
Azahar. De color amarillo claro, casi incolora, de sabor y aroma muy perfumados. Se utiliza como antiespasmódico, calmante, regulador estomacal y en casos de insomnio..

Brezo. El color va desde el ámbar al rojo oscuro y es bastante densa. Su sabor y aroma son sutiles con toques amargos. Muy rica en minerales u útil como desinfectante de las vías urinarias y contra el reuma y la prevención de formación de cálculos. Está indicada en estados de inapetencia, fatiga y anemia.
Bosque. Su origen no es floral, sino del mielato que exudan pinos, abetos, robles, encinas, etc. De color oscuro y poco dulzor, con sabor que recuerda la malta. Tiene un alto contenido en sales minerales y combate la anemia, disentería y diarreas. Está muy recomendada también para la expectoración pulmonar. En uso tópico (aplicada directamente) está indicada contra hemorroides y fisuras anales.

Cantueso (lavanda, etc.). De color y aroma característicos. Es analgésica, bactericida y antiséptica. Está indicada para combatir cólicos, indigestiones o flato. En uso externo (tópico) se recomienda para lavar heridas por sus propiedades antisépticas.
Castaño. La miel de esta flor es buena para facilitar la circulación sanguínea. Es estimulante y reguladora de la función intestinal.

Col. Está recomendada para aliviar las afecciones bronquiales.

Colza. De color amarillento o rojizo, con aroma y sabor bastante débiles. Está recomendada en la salud del corazón.

Encina. De textura densa, color oscuro y sabor dulce. Está indicada para aliviar afecciones pulmonares, bronquiales y como antiasmática. También en uso tópico (aplicación directa) para la cicatrización de heridas.

Espino blanco. Es buena como calmante y también como tónico para el corazón.

Espliego. Color prácticamente de ámbar y de consistencia fluida, con sabor y aroma característicos a lavanda. Es una miel muy rica en hierro y se utiliza como tónico cardiaco, contra las úlceras de estómago y como antiséptico pulmonar contra la tos y gripe. En uso tópico (aplicación directa) es muy eficaz contra la picadura de insectos, quemaduras y heridas.

Eucalipto. De fuerte sabor característico a madera y color ocre oscuro. Es de aplicación para sanar las vías urinarias, la garganta y los pulmones. Es antitusígena y alivia las afecciones de las vías respiratorias. Es la miel más indicada para los diabéticos.

Girasol. De color amarillo brillante y sabor intenso. Tiene efectos diuréticos y es estimulante, por lo que reconforta en estados febriles.

Limón. de sabor y aroma característicos, cercanos al azahar. Se aconseja como remineralizante de huesos y uñas, y como sedante ligero.

Mil flores (o multiflores). Se recomienda como edulcorante. Activa las funciones intestinales y es energizante.

Naranjo (o azahar). De color amarillo claro, casi incolora, de sabor y aroma muy perfumados. Se utiliza como antiespasmódico, calmante, regulador estomacal y en casos de insomnio.

Pino o abeto (también llamada miel de bosque). Su origen no es floral, sino del mielato que exudan pinos, abetos, robles, encinas, etc. De color oscuro y poco dulzor, con sabor que recuerda la malta. Tiene un alto contenido en sales minerales y combate la anemia, disentería y diarreas. Está muy recomendada también para la expectoración pulmonar. En uso tópico (aplicada directamente) está indicada contra hemorroides y fisuras anales.

Pipirigallo y trébol blanco. De consistencia fina y color casi blanco, de aroma delicado y sabor casi neutro. Es útil en la preparación de tisanas, como calmante y como tónico del corazón.

Romero. De color cercano al ámbar y densa. Aroma y sabor dulce muy característicos. Está recomendada para insuficiencias hepáticas, acidez de estómago, irritación de garganta y contra el asma y el agotamiento físico. Está también recomendada para casos de amenorrea. Tiene efectos tonificantes, por lo que no está recomendada para hipertensos.

Tilo. De color verdoso oscuro, consistencia viscosa y sabor y aroma balsámicos. Está recomendada contra la arteriosclerosis, las menstruaciones problemáticas y favorece el descanso nocturno. Tiene propiedades diuréticas y calma los espasmos y dolores gástricos.

Tomillo. De color rojizo, con aroma y sabor característicos, está recomendada para recuperar las fuerzas físicas, contra la tos, fiebre y gripe. Es antiséptica y eficaz en estados depresivos, además de reguladora de la tensión arterial.


Otros sustancias producidas por la abeja




La jalea real: Es el alimento de la abeja reina, es una sustancia que secreta la abeja joven y que sirve de alimento a la reina. Para los seres humanos la jalea real es un energizante que revitaliza y fortalece el organismo.
Propóleo: Resina que la abeja recoge de ciertos árboles y la utiliza para calafatear y consolidar su casa, o bien para cubrir animales que mueren dentro de ella, al cubrirlos con propóleo los momifica. El propóleo que se vende para nuestro consumo es la raspadura de esta resina y a la que se le pone un poco de alcohol. El propóleo es un antibiótico natural que se recomiendan para prevenir enfermedades de las vías respiratorias principalmente.

Apitoxina o veneno de abeja: Se produce en las glándulas situadas en la parte posterior del último segmento abdominal de la abeja y que tiene gran poder antiartrítico.




- Polen -


El polen es un polvillo producido por los órganos masculinos de las plantas, con toda la carga genética de las mismas. 'Polen' es una palabra latina que deriva de "pale" que designa a la harina. Las abejas, cuando liban néctar de una flor, lo almacenan en los saquitos de las patas traseras para transportarlo hasta la colmena. Simultáneamente, otra parte del polen se adhiere al cuerpo del insecto y viaja con él hasta las siguientes flores, provocando la necesaria polinización. El hombre lo obtiene de las colmenas para luego deshidratarlo y, de esta manera, evitar la fermentación y la formación de moho.

La función polinizadora que efectúan las abejas es transferir los granos de polen de la antera (órgano reproductor masculino) al estigma (órgano reproductor femenino) de las flores. Algunas especies vegetales se polinizan gracias al viento, los pájaros y otros animales, pero la gran mayoría depende de los insectos. Las abejas son los insectos más eficientes para la polinización, debido al reconocimiento y su memoria para el olor, así como a la constancia en su recolección.
La polinización es de vital importancia en el equilibrio del medio para garantizar la continuidad de las especies vegetales y, por lo tanto, para la agricultura y la alimentación de la humanidad. Pesticidas, herbicidas y monocultivos masivos, son actualmente los mayores enemigos de este equilibrio ecológico.



Las abejas, mientras succionan el néctar de las flores, roen las anteras para provocar el desprendimiento de los granos de polen, que se aglutinan con sus propias secreciones y un poco de néctar. Así pues, las abejas trasladan a las colmenas un producto ya semielaborado que ya no es el polvillo que el viento suele dispersar, sino que tiene otra composición y otros componentes añadidos. Ahora se denomina 'pan de abeja' y será una parte importante en la alimentación de los componentes de la colmena. La miel es rica en carbohidratos y el polen es fuente de proteínas. Este 'alimento vivo' queda almacenado en celdillas de los panales y parte de este producto queda añadido a la miel.

Los apicultores recogen el polen recolectado en los cajones de los 'cazapolen' o 'atrapapolen' y lo trasladan en recipientes que lo protegen del sol y el aire. Se deshidrata a temperatura controlada para evitar la destrucción de los componentes termolábiles del polen. De este modo se consigue la reducción de la humedad hasta un 8%, suficiente para evitar el desarrollo de microorganismos contaminantes y mohos. Posteriormente se filtra para eliminar impurezas y materias extrañas y se envasa adecuadamente en sacos o recipientes herméticos (tarros de vidrio, etc.).

Envasado a temperaturas entre 2º y 5ºC y protegido de la luz, se conserva perfectamente durante años sin perder sus propiedades.
En análisis efectuados cada 100g de polen presentan, de promedio, los siguientes componentes y datos:

- Proteínas - 15 a 30%
- Aminoácidos libres - 10 a 13%
- Lípidos - 1 a 5%
- Carbohidratos - 20 a 40%
- Azúcares red. - 24 a 26%
- Azúcares no red. - 2 a 4%
- Fibras - 3 a 5%
- pH - 4,7 a 5,2
- Sales minerales - 2,5 a 3,5%

Vitaminas:Tiamina, Riboflavina, Nicotinamida, Ácido Pantoténico, Piridoxina, Meso-inositol, Biotina, Ácido Fólico, Cianocobalina, Ácido Ascórbico, Vitamina D, Tocoferol y Carotina.


Aminoácidos presentes:

Ácido Aspártico, Ácido Glutámico, Alanina, Arginina, Cistina, Glicina, Histidina, Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Fenilalanina, Prolina, Serina, Treonina, triptofano, Tirosina y Valina.

Sales minerales:

Calcio, Cloro, Magnesio, Fósforo, Silicio, Azufre, Hierro y Potasio.



El polen es el alimento más completo y valioso de la naturaleza, como lo demuestra su contenido en proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, ácidos nucleicos, enzimas y hormonas vegetales entre otras. Entre los beneficios del polen está el alto porcentaje de hidratos de carbono (fuente de energía), provitamina A, vitaminas B y C, así como los minerales y sus sales. Su contenido en proteínas lo convierten en fuente indispensable de éstas.

De los 22 aminoácidos presentes en la Naturaleza, 8 son esenciales, es decir, que el cuerpo humano no puede producir por sí solo, y el polen es el único producto natural que los contiene.

El polen previene los problemas de la piel, ayuda a curar la anemia, la pérdida de memoria, aumenta el vigor muscular e intelectual, ayuda a combatir el reumatismo, se utiliza para el tratamiento de las uñas y piel, para mejorar la cicatrización, y es un efectivo regulador intestinal. Se utiliza como complemento dietético y está indicado en personas que despliegan esfuerzo físico o mental por encima de lo normal, en niños con deficiencias nutricionales y en ancianos como alimento vigorizante.

Por la presencia de todos sus componentes, eleva el metabolismo basal, refuerza las defensas del organismo, favorece el funcionamiento del sistema nervioso eliminando trastornos como el insomnio y casos de depresión. Tiene efectos positivos sobre el sistema endocrino y está considerado como el único nutriente con acción sobre la glándula prostática.

Por su elevado contenido en hierro, cobre, Vitamina B12, etc. provoca una rápida elevación de la hemoglobina en la sangre, por lo que está muy recomendado en el tratamiento de anemias. La acción del flavonoide rutina (vitamina P) y la nicotinamida (vitamina B3) provocan una acción vaso protectora. Fortalecen los capilares, arterias y venas, evitando el endurecimiento de éstas y favorecen el proceso circulatorio, reduciendo los niveles de colesterol en sangre.

Por su alto contenido energético, debe consumirse con moderación, para evitar subidas de la tensión arterial. No debe consumirse más de dos cucharaditas al día y espaciadas en el tiempo. Se puede administrar directamente (no es muy agradable de consumir) o mezclado con zumo, leche, yogurt, etc.


- Jalea Real -



La jalea real es una sustancia de aspecto cremoso, sabor ácido y color blanquecino que es producida por las glándulas hipofaríngeas de las abejas obreras, mezclando miel, néctar y agua recogidos del exterior y hormonas, saliva y vitaminas propias, para alimentar a todas las larvas de la colonia durante sus tres primeros días de existencia y a la abeja reina durante toda su vida.

En su compleja y rica composición se incluye un alto número de proteínas y vitamina B, una elevada concentración de fósforo y azufre, aminoácidos esenciales, vitamina E y, en menor cantidad, vitaminas A, C y D.

La Jalea real está compuesta, en término medio por:
66% de agua

12,3% de proteínas

5,4% de grasas

12,5% de carbohidratos

Un pequeño porcentaje -3%- de materias aún desconocidas.
Aminoácidos encontrados:Alanina, cisteína, fenilalanina, tirosina, valina, prolina, lisina, triptófano, treonina, serina, ácido glutámico, ácido aspártico, leucina y glicocola.

Vitaminas detectadas:
Tiamina, riboflavina, piridoxina, biotina, ácido fólico, nicotinamida, ácido patoténico.

En menor proporción:
Vitamina A, C, D, E y B-12.
Minerales:Cobre, calcio, fósforo, hierro, potasio, silicio.

Otros compuestos:Ácidos orgánicos HDA y HDE de acción bacteriostática.
Ácidos nucleicos ARN y ADN.




La jalea real tiene propiedades antisépticas y bactericidas que refuerzan el organismo frente a agresiones externas, por lo que está indicada durante los cambios de estación, antes del invierno o para prevenir infecciones y catarros. es energética y estimulante del sistema nervioso. Ayuda a mejorar la oxigenación pulmonar, aumenta la resistencia al frío y a la fatiga, regula el funcionamiento del digestivo, retrasa el envejecimiento de la piel, mejorando su hidratación, estimula el sistema inmunitario y, en general, es un gran ayudante para todos los organismos y su funcionamiento. Su gran número de proteínas la convierte en un inestimable nutriente y tiene propiedades que mejoran la diabetes.
Como este producto es delicado y se deteriora fácilmente, debe conservarse en recipientes que impidan la acción directa de la luz y a bajas temperaturas.

Los especialistas consideran que la mejor forma de consumirla es mezclada con miel, más o menos similar a la almacenada en las colmenas, en proporciones que se acerquen a los 10 gramos de jalea real por cada tarro de 500 gramos de miel, para consumir unos 100 mg de jalea real por cada cucharadita.

Esta mezcla se puede ingerir sola o como edulcorante de la leche, el yogurt, la cuajada o el requesón, obteniendo un completo alimento muy saludable en el que también se incluyen las propiedades beneficiosas de la miel. Por su alto contenido energético, debe consumirse con moderación, para evitar subidas de la tensión arterial.




Propóleo


El propóleo es una sustancia que es el sistema inmunológico de los vegetales superiores (árboles), es una fina película grasa que recubre la mayoría de brotes vegetales protegiéndolos de la agresiones del entorno. El propóleo es lo que garantiza la total asepsia de un ambiente como la colmena, en la que su temperatura y humedad supone un verdadero caldo de cultivo para bacterias y virus. Su nombre proviene del griego propolis, que significa "defensa de la ciudad".

Las abejas obtienen esta sustancia de las yemas de los árboles y de algunos vegetales y luego en la colmena lo terminan de procesar ellas mismas. Las abejas la recogen y transforman en una especie de cera oscura y resinosa compuesta por las resinas de los árboles, própolis, cera y polen, y que para desinfectar la colmena, sellar grietas y embalsamar a los intrusos que no pueden expulsar por ser de gran tamaño. Las abejas utilizan el propóleo para recubrir las paredes de la colmena y mantenerla libre de bacterias. Los egipcios lo usaban como uno de los ingredientes para la conservación de las vísceras de los faraones.
El propóleo contiene sustancias fungicidas, insecticidas, antibióticos, antivíricas y hormonales, que también contiene fenoles, flavonas y flavononas, además de sales minerales y oligoelementos. En estado bruto, el propóleo contiene 500 veces más bioflavonoides que las naranjas. Es antibacteriano, antiviral, inmunoestimulante, antiinflamatorio, cicatrizante y ligeramente analgésico. Antes de que la reina lleve a cabo la puesta de huevos, las celdas se cubren con esta sustancia para mantenerlos esterilizados.

Con esta extraordinaria combinación de sustancias generadas por la naturaleza, las abejas 'propolizan' el interior de la colmena para mantener la asepsia y la salud de ésta. En ocasiones los apicultores han encontrado pequeños roedores en el interior de las colmenas, perfectamente momificados y sin rastro alguno de descomposición; por ello, no es de extrañar que en la antigua civilización egipcia, ya lo usaban para empapar los vendajes de las momias.
Por todo ello, la tintura se emplea como el más potente antibiótico natural, que refuerza el sistema inmunitario y regula el sistema endocrino y hormonal.
Su uso más extendido es como cicatrizante y antibiótico natural para pequeñas heridas, sustituyendo a otros más agresivos.

El propóleo contiene una gran variedad de elementos; aceites esenciales, además de contener oligoelementos, minerales, vitaminas y aminoácidos, de los cuales destacan los bioflavonoides.
En estado bruto, el propóleo contiene 500 veces más bioflavonoides que las naranjas, recomendándose en casos de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en que las defensas del organismo estén bajas.
Una de las propiedades más destacadas es la de que la mayoría de los microorganismos no se vuelven resistentes a él, puesto que eleva la actividad y efectividad de los antibióticos.

Otras características son:

· Es un potente anti inflamatorio
· Tiene extraordinarias propiedades antioxidantes

· Es tanto inmunoestimulante como inmunodepresor. La acción del propóleo es muy importante en el tratamiento de las lesiones orgánicas del sistema nervioso central (meningitis, encefalitis, traumatismos cerebrales y sus secuelas)
· Regenera los tejidos y es el mejor cicatrizante natural
Aunque su composición varía según el lugar donde se encuentre la colmena, es decir del tipo de vegetación de su entorno, en términos generales se puede señalar que el propóleo está compuesto por:

- Resinas y bálsamos (50 - 55%)
- Cera (25 - 35%)
- Aceites volátiles (10%)
- Polen (5%)

- Sustancias orgánicas y minerales (5%)
Dentro de este último grupo, se han encontrado ácidos orgánicos, ácidos fenoles, compuestos aromáticos (cumarinas, flavonoles entre otros) y metales como el aluminio, plata y hierro. En su composición vitamínica destacan la protovitamina A y varias del grupo B.

Se han detectado más de 300 sustancias identificadas: flavonas, flavonoles, flavononas, dihidroflavononas, derivados del alcohol benzílico, benzaldehído y ácido benzoico, derivados del alcohol cinámico, cumarinas, triglicéridos fenólicos, otros elementos aromáticos, un monoterpeno, hexaterpenos, triterpenos, esteroles, una gran cantidad de ácidos grasos, carbohidratos, polisacáridos, vitaminas y otros compuestos. Los compuestos fenólicos constituyen más del 50% de su peso total.

Es una sustancia muy compleja, soluble en alcohol y en ciertos disolventes. Su consistencia y estructura varían de acuerdo a la temperatura, siendo duro y quebradizo a 0-15° (más cuando envejece), suave y maleable alrededor de 30° y pegajoso según aumenta la temperatura hasta alcanzar su punto de fusión a 62-70°.
Esta materia es bastante dura a temperatura ambiente y, por lo tanto, muy difícil de disolver directamente en la boca, por lo que normalmente se presenta y comercializa diluida en algún alcohol suave para su ingestión.


- Veneno de la abeja -



La apiterapia es el uso de los productos de las abejas, incluida la apitoxina, es decir, el veneno de la abejas para prevenir o curar enfermedad (también se denomina apitoxoterapia). Esta práctica es tan antigua como la apicultura, como lo demuestran algunos textos chinos y registros egipcios.

Con el veneno de las abejas se pueden tratar muchas enfermedades como la artrosis, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, lumbalgias, hernias de columna, asma, tortícolis, etc. y se puede decir que, en general, las enfermedades de origen inmunológico.

El tratamiento consiste, normalmente, en aplicar piquetes de abeja viva. La apitoxina funciona como 'distractor' del sistema inmunológico y es un estimulante del cortisol, la hormona que es el anti-inflamatorio más potente conocido, muy superior a la cortisona, pues el cortisol se genera en el propio organismo y no tiene efecto colateral nocivo alguno, utilizándose como anti-inflamatorio y modulador de la respuesta inmunitaria.

Los componentes reconocidos en este veneno son:- Apamina: Es una neurotoxina que actúa bloqueando los canales responsables de la despolarización de las membranas conductoras en las neuronas, provocando acción analgésica. - Péptido 401: Péptido de bajo peso molecular, inhibe la conversión del ácido araquidónico en prostaglandina inhibiendo así el proceso inflamatorio (elimina el dolor y la inflamación)- Melitidina: Proteína de bajo peso molecular que eleva los niveles de cortisol en la sangre y modula la producción de los linfocitos T en los procesos inmunitarios.









Si tienes alguna inquietud, algún testimonio o sugerencia déjanos un comentario o envíanos un e-mail a janettedeparmentier@gmail.com






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